Una vez clasificados según su categoría, los diferentes tipos de materiales se limpian y, a continuación, se envían a socios de procesamiento externos que reciclan los materiales para darles una forma que pueda utilizarse.
Por ejemplo, los metales y el aluminio se trituran y funden en láminas de metal, lingotes o barras. El vidrio se tritura y funde para su uso en nuevas botellas de vidrio (si son transparentes) o en aplicaciones de ladrillo, cemento u hormigón (si tienen color). El caucho se suele someter a molienda criogénica para reducirlo a polvo para aplicaciones de pavimentos. Los compuestos orgánicos se compostan o utilizan en fertilizantes industriales y comerciales.
Los plásticos representan la mayor categoría de materiales que recogemos a través de nuestros programas. Estos materiales presentan un tamaño reducido (se hacen más pequeños si se cortan o trituran) y, a continuación, se funden y adoptan la forma de gránulos, escamas o polvo.
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